

Pero el 2º y 3º cuarto fue como el sol a la luna. Hubo apagón local. De la brillantez del primer acto se paso a una versión de Rey Pastor fallón en el pase y errático en el tiro, lo que agradeció Hermosilla que se entonó y firmó un parcial favorable de (12-14), y llegar al descanso 30-15. Y es que en ocasiones falta tranquilidad para gobernar los partidos con más autoridad y finalizar la jugada con menos ansiedad. Cierto también que la relajación y la falta de intensidad ayuda a mostrar mayor fragilidad defensiva. Y esa tímida siesta que acostumbra a penalizar a las naranjas pensando que la inercia y la rutina harán el resto y que con el paso de los minutos el partido acabará cayendo de su lado les paso factura también en el 3º cuarto. Porque Hermosilla se reveló otra vez contra ese dictado y quiso, no disputarle la victoria que ya la tenía cuesta arriba, pero si vender cara su derrota e igualó de nuevo el parcial cediendo sólo (14-12). Pero el despertador sonó en el último cuarto con música dinámica y despertó por completo a Rey Pastor y les recordó que era el momento de desperezarse. Con mayor control y criterio en sus acciones contribuyó a rescatar de nuevo las sensaciones del primer cuarto. Minimizó a su rival mostrando todo su potencial con una agobiante presión defensiva y un ataque excepcional (61 % de efectividad en este cuarto) y la respuesta fue contundente ante un Hermosilla entregado que apenas tuvo capacidad para evitar un parcial de (26-5).
Anotadoras: Bea (2), Lucia (28), Eva (4), Elisa (10), Arian (4), Ángela (4), Nora (8), Inés (2), Yasmin (4) y Nadia (4).
Parciales: (18-1), (12-14), (14-12), (26-5).
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