Basket Rey Pastor se convirtió en el primer equipo que ganaba en Cenicero trás un partido sin brillantez y ante un rival que opuso resistencia hasta el tercer cuarto, cuando las naranjas rompieron definitivamente el partido con un parcial de 11-20. No jugó bien Rey Pastor y su inconsistente juego no despeja las dudas de un equipo al que por momentos le puede la ansiedad y la precipitación. Su victoria ante Cenicero, se fraguó por su eficacia de cara a la canasta, pero sobre todo por un contragolpe letal.
El primer cuarto fue malo. Faltó regularidad y una mayor solidez defensiva lo que aprovecharon las locales para mantenerse cerca en el marcador y acabar tan sólo un punto abajo (11-12).
El segundo fue horroroso. Las naranjas cuidaron poco el balón, bien por falta de concentración o simplemente porque ejecutaron mal las acciones y los errores penalizaron mucho su juego hasta el punto de cometer numerosas perdidas de balón que afortunadamente no lo aprovecharon las locales, que también fallaron lo suyo ante el aro. De habar tenido enfrente un rival más exigente hubiera sido letal. Se llegó al descanso con ventaja visitante (17-25), pero con la sensación de no estar cerrado el choque y con la ilusión local intacta de dar la sorpresa.
Pero tras el descanso Rey Pastor despertó del letargo en el que estaba sumido y con mejor aptitud y mejor asentadas en pista apretaron un poco más en defensa y la fluidez en la elaboración del juego, rompió definitivamente el partido (28-45). El último cuarto ambos equipos mantuvieron un incesante intercambio de canastas, siempre bajo control visitante que manejaba la situación sin apuros y que no alteró el marcador.
Anotadoras: Bea (4), Lucia (21), Eva (4), Elisa (9), Arian (-), Ángela (6), Diana (13), Nora (2), Inés (-) y Yasmin (-).
Parciales: (11-12), (6-13), (11-20), (12-14).
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