Tras la sorprendente resultado en Nájera, andaba Rey Pastor necesitado de una respuesta inmediata para enmendar el tropiezo y urgia una victoria balsámica para mitigar tan dolorosa derrota. Cenicero a priori era el rival propicio para ello. Sin embargo el arranque del partido creo algunas dudas con un Rey Pastor excesivamente errático en ataque y desorientado en la pista. Enfrente tenía a un rival que oponía seria resistencia y que al final del primer cuarto se mantenía en la pelea (12-6). En el segundo cuarto tampoco conseguían las locales abrir brecha. Las numeras perdidas de balón y el pésimo acierto en el tiro frenaban su despegue y daban vida a Cenicero que trabajaba muy bien y el (28-18) del descanso no se antojaba definitivo. Pero al inicio del tercer cuarto, Rey Pastor recuperó sensaciones y algo de carácter. Con la presión defensiva más consistente y un mayor acierto de cara a la canasta rival, logró estirar la ventaja en el electrónico (44-25), que le permitía encarar el último cuarto con mayor tranquilidad. Pese a todo Cenicero no se vino abajo en este periodo y se mostró otra vez con un rival peleón, provocando de nuevo una pequeña en crisis en las locales lo que acabó convirtiendo el choque en un correcalles marcado sobremanera por el pésimo acierto ante la canasta con paupérrimos porcentajes de tiro lo que llevó a un cuarto igualado con un parcial de (16-12) que suponía la primera victoria, eso si, muy trabajada a pesar de que que indicaba el marcador final.Parciales: (12-6), (16-12), (16-7), (16-12).
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